Parece que ayer comenzamos de nuevo.
Mis amigas y yo en la ronda de cuentos
y una voz de falsete que colo en la ventana.

Se hizo tarde la noche, se miro en el espejo
y sin luces brillantes desarmo los misterios.
Estamos tristes.
Sin nuestras risas.
Y en los cambios de rumbo nos torcemos el cuello.

Torbellino en picada encendida de fuegos.
No es asi que queremos.
Ni nos parece creible que aparezcas de nuevo.
Terrible encanto de sonadas manos
te vi corriendo, y no supimos cuando desaparecio el silencio.

Empecemos de nuevo,
continuemos lo bello, desterremos lo cruel
de un dolor que no es nuestro.
Compartamos de nuevo, lo que siempre fue incierto.

Si la casa es esta,
si los planes se agolpan,
si encontramos senderos entre nubes espezas,
es que siempre es posible
ser princesas al vuelo,
ser tormenta,
ser campo,
rio y pasto y desierto.

Ser apenas seniuelo.